Fuente de las fotografías: Jesús Pérez Pacheco
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Cementerio de los inglesesCamariñas
COORDENADAS GPS
43º 11' 9.36" N 9º 10' 12.17" W |
HISTORIA
Uno de los naufragios más conocidos de la Costa da Morte fue el del buque escuela inglés Serpent encallado el 10 de noviembre de 1890 en la Punta do Boi, cerca del Cabo Vilán. El buque había partido desde Plymouth con rumbo a la Sierra Leona pero un fuerte temporal lo condujo hacia la costa gallega quedando atrapado entre las rocas. Esa noche, entre gritos de angustia, el barco terminó hundiéndose y con él casi la totalidad de su tripulación. En total fueron 175 fallecidos y tan sólo tres de los tripulantes lograron sobrevivir.
Durante los días siguientes a la tragedia, el mar fue devolviendo todos los cuerpos hasta la Playa de Trece y el cura de la parroquia de Xaviña movilizó a los vecinos para proceder a la sepultura de los cuerpos en este lugar. En el habitáculo interior del cementerio permanecen los restos del capitán y oficiales y en el recinto exterior, los de los marineros.
El almirantazgo inglés agasajó al pueblo de Camariñas, en agradecimiento por su comportamiento, con un barómetro, al cura de Xaviña con una escopeta, y al alcalde con un reloj. En los primeros años tras la catástrofe, un barco de la armada inglesa se acercaba hasta el lugar para arrojar una corona de flores y cada barco de guerra inglés que pasaba cerca de estas costas lanzaba unas salvas de ordenanza en el honor de los compañeros enterrados en el Cementerio Inglés.
Sin embargo, este no fue el único naufragio que tuvo lugar en las costas de Camariñas pues se contabilizan un total de ocho que suman alrededor de unas 245 víctimas.
Durante los días siguientes a la tragedia, el mar fue devolviendo todos los cuerpos hasta la Playa de Trece y el cura de la parroquia de Xaviña movilizó a los vecinos para proceder a la sepultura de los cuerpos en este lugar. En el habitáculo interior del cementerio permanecen los restos del capitán y oficiales y en el recinto exterior, los de los marineros.
El almirantazgo inglés agasajó al pueblo de Camariñas, en agradecimiento por su comportamiento, con un barómetro, al cura de Xaviña con una escopeta, y al alcalde con un reloj. En los primeros años tras la catástrofe, un barco de la armada inglesa se acercaba hasta el lugar para arrojar una corona de flores y cada barco de guerra inglés que pasaba cerca de estas costas lanzaba unas salvas de ordenanza en el honor de los compañeros enterrados en el Cementerio Inglés.
Sin embargo, este no fue el único naufragio que tuvo lugar en las costas de Camariñas pues se contabilizan un total de ocho que suman alrededor de unas 245 víctimas.