|
CASTRO DE BORNEIRO
Cabana de Bergantiños COORDENADAS GPS
43º 11' 40.84" N 8º 57' 8.42" W |
HISTORIA
El Castro de Borneiro, también conocido como A Cibdá, se compone de varias decenas de viviendas circulares, situadas en un recinto amurallado y una cantidad menor de edificaciones auxiliares exteriores. Este asentamiento fue descubierto en 1924 por Parga Pondal y Pérez Bustamante y, aunque la cronología inicial se fijó en el siglo VI a.C, concretamente durante la Edad de Hierro, alrededor del año 145 a.C., hoy ésta es bastante discutida, debido al estudio de los restos materiales que la acercan más a un siglo II a.C.
Se trata de un castro de tipo sublitoral, caracterizado por estar sobre una elevación del terreno a modo de espolón, de 90 metros en el eje N-S y 55 en el E-W. Cuenta con un total de 29 construcciones en su croa, de forma circular simple y ovalada, junto con un barrio extramuros, del que no se conoce aún su funcionalidad dentro del recinto. Todas las viviendas cuentan con hogares, la mayor parte de ellos tipo caja y en algunas se observan restos de poste. Su sistema de protección consta de una muralla de forma ovalada, siguiendo la forma del espolón, con la puerta por el barrio extramuros. Entre los materiales hallados destacan los fabricados en hierro (cuchillos, puñales, hoces), bronce (fíbulas, agujas, anillos, cuentas de collar, fragmentos de sítulas), piedra (fusaiolas, molinos de mano), vidrio (cuentas de collar) o cerámica (gran cantidad de ella decorada). Los materiales se pueden observar en el Museo Arqueolóxico de A Coruña.
Se trata de un castro de tipo sublitoral, caracterizado por estar sobre una elevación del terreno a modo de espolón, de 90 metros en el eje N-S y 55 en el E-W. Cuenta con un total de 29 construcciones en su croa, de forma circular simple y ovalada, junto con un barrio extramuros, del que no se conoce aún su funcionalidad dentro del recinto. Todas las viviendas cuentan con hogares, la mayor parte de ellos tipo caja y en algunas se observan restos de poste. Su sistema de protección consta de una muralla de forma ovalada, siguiendo la forma del espolón, con la puerta por el barrio extramuros. Entre los materiales hallados destacan los fabricados en hierro (cuchillos, puñales, hoces), bronce (fíbulas, agujas, anillos, cuentas de collar, fragmentos de sítulas), piedra (fusaiolas, molinos de mano), vidrio (cuentas de collar) o cerámica (gran cantidad de ella decorada). Los materiales se pueden observar en el Museo Arqueolóxico de A Coruña.
otros castros en cabana de bergantiños
Cabana de Bergantiños es uno de los municipios de Galicia más destacado en cuanto a arqueología, pues, además de los dos importantes yacimientos arqueológicos más conocidos, el dolmen de Dombate y el castro A Cidá de Borneiro, existen variadas y abundantes muestras de huellas arqueológicas esparcidas por todo el territorio.
Castro de Sinde
Asentamiento fortificado de la Edad de Hierro emplazado en los alrededores del lugar de Sinde. Su croa, de forma casi circular, posee unas medidas de 86 x 70m de diámetro y ésta se bordea en todo su perímetro por un terraplén que la separa del terreo circundante. Por la parte este y sur aparece un foso y contra la banda oeste de la croa hay dos antecastros de unas medidas de 70 y 50 m. Este castro se localiza en terrenos de cultivo y su estado de conservación es muy bueno.
Castro de Folgoso
Se encuetra en las afueras de la aldea de Folgoso, contra el precipicio que forma el 'Pozo da Forca'. La croa es ovoidal y tiene 122 metros de largo y 103 metros de ancho. Está defendida por un parapeto de unos 7-8 m de alto y en la propia croa, se levant la capilla de San Brais. Contra el noroeste aparecen dos antecastros de unos 70 metros de largo y 20 metros de ancho. Presenta buen estado de conservación.
Castro de Corcoesto
También presenta una croa circular de unos 95 metros de diámetro. El parapeto que la rodea posee muy poca altura. El estado de conservación es excelente, a pesar de que la croa se utiliza como tierras de cultivo.
Castro de Anido
Es un castro que las tareas mecánico agrícolas sometieron a un gran proceso de degradación de su sistema defensivo. Aunque deteriorado, conserva restos defensivos en los lados noroeste, este y suroeste. En la croa, ovoidal de 90 metros de largo y 70 metros de ancho, los niveles habitacionales posiblemente no estén afectados por las labores agrícolas. Está bordeada por un parapeto de unos 4 metros de altura.
Castro Guisande o castro de Anos
Se levanta en los límites de terrenos de cultivo y monte bajo. Posee una amplia croa ovoidal de unos 63 metros de longitud y 52 metros de ancho y antecastros defensivos. En el interior de la croa, se puede observar otro recinto más elevado de 40 metros de longitud y 27 de ancho.
De modo concéntrico, desde esta croa se desenvuelve un antecastro que ofrece un mayor desarrollo en los lados sur y este. Las partes defensivas del antecastro se sitúan en terrenos de cultivo y por eso se encuentran bastante deshechas. Por el contrario, el resto del conjunto presenta un buen estado de conservación. En el se encontró un objeto cónico con inscripciones que hoy está en paradero desconocido. La leyenda cuenta que los moros tendieron una viga de oro subterránea entre castro Guisande y el Castelo de Borneiro. Esta es recíproca, dado que del castro borneirense se cuenta la misma leyenda.
Castro do Piñeiro
Se encuentra en terrenos de monte bajo y tiene la particularidad de poseer una croa circular de unos 50 metros de diámetro. Esta croa se defiende por un parapeto que tiene alturas variables de 1 metro hasta 8 y un foso por los lados sur y este. El estado de conservación es excelente.
Castro de Beres
Como el castro de 'Piñeiro de Anos', tiene croa circular de unos 55 metros de diámetro. Esta croa estaba rodeada por un parapeto de unos 4-6 metros de alto que fue arrasado durante las tareas agrícolas. En dirección norte y noroeste, se observa un antecastro también bastante alterado por los trabajos agrícolas. Los niveles habitacionales del castro pueden conservarse en buen estado.
Castro de San Fins
Recinto castrexo datado de la Edad de Hierro. Tiene una posición privilegiada mirando al valle de Cesullas por el que discurre el río Balsa. Fue un castro de enormes proporciones, pero hoy muy deteriorado por las tareas agrícolas. De todos modos, aún se pueden observar sus muros y terraplenes. El parapeto delimitador de la croa tiene 30 metros de longitud y 14 metros de ancho y 7 de alto en la parte noroeste. En el lado oeste, el foso tiene 20 metros de longitud, 8 de ancho e 1,5 de profundidad.
Este yacimiento creó el topónimo San Fins do Castro. Segundo informa el arqueólogo Antón Rodríguez Casal, en unas fincas de debajo del castro aparecieron sepulturas a modo de cajas con antas que contenían cenizas y huesos. También se encontró un importante 'conchero' (depósito de conchas) de berberechos. La leyenda cuenta que en el castro hay una viga de oro que fue escondida había mucho tiempo por los moros, que eran os sus habitantes.
Castro de Sinde
Asentamiento fortificado de la Edad de Hierro emplazado en los alrededores del lugar de Sinde. Su croa, de forma casi circular, posee unas medidas de 86 x 70m de diámetro y ésta se bordea en todo su perímetro por un terraplén que la separa del terreo circundante. Por la parte este y sur aparece un foso y contra la banda oeste de la croa hay dos antecastros de unas medidas de 70 y 50 m. Este castro se localiza en terrenos de cultivo y su estado de conservación es muy bueno.
Castro de Folgoso
Se encuetra en las afueras de la aldea de Folgoso, contra el precipicio que forma el 'Pozo da Forca'. La croa es ovoidal y tiene 122 metros de largo y 103 metros de ancho. Está defendida por un parapeto de unos 7-8 m de alto y en la propia croa, se levant la capilla de San Brais. Contra el noroeste aparecen dos antecastros de unos 70 metros de largo y 20 metros de ancho. Presenta buen estado de conservación.
Castro de Corcoesto
También presenta una croa circular de unos 95 metros de diámetro. El parapeto que la rodea posee muy poca altura. El estado de conservación es excelente, a pesar de que la croa se utiliza como tierras de cultivo.
Castro de Anido
Es un castro que las tareas mecánico agrícolas sometieron a un gran proceso de degradación de su sistema defensivo. Aunque deteriorado, conserva restos defensivos en los lados noroeste, este y suroeste. En la croa, ovoidal de 90 metros de largo y 70 metros de ancho, los niveles habitacionales posiblemente no estén afectados por las labores agrícolas. Está bordeada por un parapeto de unos 4 metros de altura.
Castro Guisande o castro de Anos
Se levanta en los límites de terrenos de cultivo y monte bajo. Posee una amplia croa ovoidal de unos 63 metros de longitud y 52 metros de ancho y antecastros defensivos. En el interior de la croa, se puede observar otro recinto más elevado de 40 metros de longitud y 27 de ancho.
De modo concéntrico, desde esta croa se desenvuelve un antecastro que ofrece un mayor desarrollo en los lados sur y este. Las partes defensivas del antecastro se sitúan en terrenos de cultivo y por eso se encuentran bastante deshechas. Por el contrario, el resto del conjunto presenta un buen estado de conservación. En el se encontró un objeto cónico con inscripciones que hoy está en paradero desconocido. La leyenda cuenta que los moros tendieron una viga de oro subterránea entre castro Guisande y el Castelo de Borneiro. Esta es recíproca, dado que del castro borneirense se cuenta la misma leyenda.
Castro do Piñeiro
Se encuentra en terrenos de monte bajo y tiene la particularidad de poseer una croa circular de unos 50 metros de diámetro. Esta croa se defiende por un parapeto que tiene alturas variables de 1 metro hasta 8 y un foso por los lados sur y este. El estado de conservación es excelente.
Castro de Beres
Como el castro de 'Piñeiro de Anos', tiene croa circular de unos 55 metros de diámetro. Esta croa estaba rodeada por un parapeto de unos 4-6 metros de alto que fue arrasado durante las tareas agrícolas. En dirección norte y noroeste, se observa un antecastro también bastante alterado por los trabajos agrícolas. Los niveles habitacionales del castro pueden conservarse en buen estado.
Castro de San Fins
Recinto castrexo datado de la Edad de Hierro. Tiene una posición privilegiada mirando al valle de Cesullas por el que discurre el río Balsa. Fue un castro de enormes proporciones, pero hoy muy deteriorado por las tareas agrícolas. De todos modos, aún se pueden observar sus muros y terraplenes. El parapeto delimitador de la croa tiene 30 metros de longitud y 14 metros de ancho y 7 de alto en la parte noroeste. En el lado oeste, el foso tiene 20 metros de longitud, 8 de ancho e 1,5 de profundidad.
Este yacimiento creó el topónimo San Fins do Castro. Segundo informa el arqueólogo Antón Rodríguez Casal, en unas fincas de debajo del castro aparecieron sepulturas a modo de cajas con antas que contenían cenizas y huesos. También se encontró un importante 'conchero' (depósito de conchas) de berberechos. La leyenda cuenta que en el castro hay una viga de oro que fue escondida había mucho tiempo por los moros, que eran os sus habitantes.