PROGRAMA RELIGIOSOLos actos religiosos para celebrar la Semana Santa de Fisterra son los siguientes:
Viernes,27 de marzo (Viernes de Dolores): A las 19:00h. Misa solemne cantada por el coro "Nuestra Sra. de las Arenas". A continuación, Procesión de Nuestra Señora de las Dolores acompañada por la "banda de música Eduardo Pondal" de Ponteceso. Sábado, 28 de marzo (Peregrinación al Santísimo Cristo de Fisterra): Salida desde la parada de autobuses de Fisterra a las 16:00h. Salida de la iglesia de Cee a las 16:30h. A las 20:00h misa solemne en la iglesia Parroquial de Santa María de las Arenas de Fisterra. Domingo, 29 de marzo(Domingo de Ramos): A las 11:15h Bendición de Ramos en la Capilla del Buen Suceso. A continuación, procesión de la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén hasta la iglesia de Santa María de las Arenas acompañada por la banda de música de Cee. Una vez allí dará comienzo a la Santa Misa, cantada por el coro "Nuestra Sra. del Carmen". Miércoles, 1 de abril (Miércoles Santo): Vía Crucis en el atrio de la iglesia de Santa María de las Arenas. Acto de reflexión y de Oración. Jueves, 2 de abril (Jueves Santo): A las 20:00h en la Iglesia parroquial, representación de la última Cena seguida del tradicional Lavatorio de pies. A continuación, en el recinto del atrio, Oración del Huerto y Prendimiento de Cristo, al que sigue la Procesión de Paso de la Oración del Huerto acompañada por la banda "Desiderio Paz". Viernes, 3 de abril (Viernes Santo): A las 11:30h. tendrá su inicio en la plaza de Santa Catalina, el Vía Crucis seguido en la plaza de la Constitución del Santo Encuentro, donde se continuará hasta la Iglesia acompañados por la "Banda de Música de Cee". A las 20:00h. Liturgía del día y acto de Desenclavo de Jesús en la iglesia de Santa María de las Arenas donde culminará el día con la Procesión del Santo Entierro acompañada por las bandas "Eduardo Pondal, Santa Cruz de Rivadulla y Desiderio Paz" Sábado, 4 de abril (Sábado Santo): A las 21:00h Vigilia Pascual en la Iglesia parroquial. Domingo, 5 de abril (Domingo de Resurreción): A las 12:00h representación de la Resurreción del Señor en el campo de la Iglesia Parroquial. Acompañará los actos la banda "Eduardo Pondal". Misas a las 8:00h, 9:00h y 10:00h. Lunes, 6 de abril (lunes de Pascua): A las 12:00h Misa solemne por los devotos del Santo Cristo, cantada por el coro de "Santa María de las Arenas". El sabor a mar de la Costa da Morte es un símbolo de identidad para su gastronomía y un importante reclamo turístico. Aquí podemos encontrar productos frescos y de alta calidad que ofrecen una amplia variedad de platos como pueden ser pescados como la lubina, el lenguado, el rape, la raya, el rodaballo... o mariscos tales como el buey, la nécora, el bogavante, el centollo, la navaja, la almeja... Pero sin duda, la Costa da Morte destaca por sus percebes, los cuales están considerados como los mejores del mundo, contando con especial fama los del Cabo Roncudo. Aunque el percebe se suele servir solo también puede verse acompañado de patatas cocidas, también llamadas cachelos. También el longueirón es reconocido por su calidad y por sus distintas formas de prepararlo: a la plancha, al natural o con ajo y aceite de oliva, destacando el éxito de las empanadas elaboradas con este molusco. Las nécoras, los centollos, los bogavantes y las langostas, también cobran fama en la Costa da Morte, señalando el salpicón de marisco como un plato estrella de esta comarca. En cuanto a los moluscos como el berberecho, la almeja, la navaja o el mejillón, éstos son típicos de los pueblos como Camariñas, Laxe, Corcubión, Cabana, Carballo y Ponteceso. Pero no cabe olvidar otro de los platos tradicionales de la Costa da Morte, el pulpo. La forma culinaria más empleada y más conocida es 'Á feira' con la que se sirve cocido, cortado sobre un plato de madera y aderezado con aceite de oliva virgen, sal y pimentón. En lo que refiere a los pescados, la amplia variedad con la que nos podemos encontrar da lugar a platos típicos como las caldeiradas siendo las especies más empleadas la raya, el congrio y el abadejo. Pero además destaca también la preparación a la plancha, especialmente para el lenguado, o al horno, para especies como la lubina o la dorada. En verano destacan las sardinas y los jureles asados, dando especial mención a las primeras, pues son las grandes protagonistas de la fiesta de San Juan que se celebra cada 24 de junio. Los pescados de río también son de especial importancia, destacando la angula y la trucha. Pero la Costa da Morte no es sólo pescado y marisco, pues las carnes como la de cerdo, ternera, cordero o conejo son de excelente calidad. La ganadería de esta zona todavía conserva métodos tradicionales en la alimentación del ganado, repercutiendo en la buena calidad de las carnes que dan lugar a platos típicos y muy valorados como pueden ser el el cocido, el lacón con grelos o los callos. El pan también es otro producto típico de esta zona, siendo el ayuntamiento de Carballo el que más tradición y fama tiene con este producto. Y en lo que refiere a las legumbres y hortalizas, cabe destacar el haba típico de la zona de Bergantiños y Soneira, así como la patata de Coristanco, la cual está considerada como la mejor de Europa y cuenta con Indicación Geográfica Protegida. Con el fin de promocionar los productos de la zona, en 2012 fue creada la Gran Orden Gastronómica y a ella están adheridos los mejores restaurantes de la Costa da Morte. Pero además de los restaurantes, también te podrás encontrar con numerosas fiestas gastronómicas que exaltan las especialidades culinarias de la zona y en las que se pueden degustar los productos más típicos y afamados. Entre las fiestas gastronómicas más populares destacan:
El Castro de Borneiro, también conocido como A Cibdá, se compone de varias decenas de viviendas circulares, situadas en un recinto amurallado y una cantidad menor de edificaciones auxiliares exteriores. Este asentamiento fue descubierto en 1924 por Parga Pondal y Pérez Bustamante y, aunque la cronología inicial se fijó en el siglo VI a.C, concretamente durante la Edad de Hierro, alrededor del año 145 a.C., hoy ésta es bastante discutida, debido al estudio de los restos materiales que la acercan más a un siglo II a.C. Se trata de un castro de tipo sublitoral, caracterizado por estar sobre una elevación del terreno a modo de espolón, de 90 metros en el eje N-S y 55 en el E-W. Cuenta con un total de 29 construcciones en su croa, de forma circular simple y ovalada, junto con un barrio extramuros, del que no se conoce aún su funcionalidad dentro del recinto. Todas las viviendas cuentan con hogares, la mayor parte de ellos tipo caja y en algunas se observan restos de poste. Su sistema de protección consta de una muralla de forma ovalada, siguiendo la forma del espolón, con la puerta por el barrio extramuros. Entre los materiales hallados destacan los fabricados en hierro (cuchillos, puñales, hoces), bronce (fíbulas, agujas, anillos, cuentas de collar, fragmentos de sítulas), piedra (fusaiolas, molinos de mano), vidrio (cuentas de collar) o cerámica (gran cantidad de ella decorada). Los materiales se pueden observar en el Museo Arqueolóxico de A Coruña.
Paiosaco es, por excelencia, la villa de la feria en el norte de Galicia. Cada quince días, el primer y el tercer domingo de cada mes, esta localidad celebra una edición de su feria tradicional en un recinto amplio y funcional, muy bien comunicado y que cuenta con una superficie superior a las hectáreas, en las que se da cabida a más de 400 puestos de venta, quedando reservado espacio, además, para la comercialización libre en la zona denominada como “productos del campo”. Cada quince días en Paiosaco se pueden encontrar infinidad de productos. Destacan los gastronómicos (especialmente, los gallegos) y frutas y verduras de la zona, además de ropa, calzado, antigüedades, etc. La Feria de Paiosaco no podría entenderse sin la labor que se desarrolla, también, en los numerosos locales de hostelería cercanos al recinto ferial, en los que los compradores, vendedores y visitantes tienen la posibilidad de degustar las famosas y solicitadas tapas de callos, pulpo y de cualquier otro producto típico gallego. La buena salud de la Feria se comprueba simplemente con los datos de asistencia y participación, contando quincenalmente con la presencia de miles de personas que se dan cita en Paiosaco. La más importante de las veinticuatro ferias que se desarrollan a lo largo del año es la llamada “Feria de las Cerezas”, que se celebra coincidiendo con el primer domingo del mes de julio, siendo, por tanto, la primera feria del verano. ![]() Los orígenes de esta singular celebración, la más destacada de las fiestas gastronómicas que se realizan en el Ayuntamiento de A Laracha, los encontramos en décadas pasadas, cuando la producción de las cerezas tenía una gran importancia especialmente e las larachesas parroquias de Soandres y de Coiro, en la zona del valle del Anllóns. Aprovechando que llegaba la época en la que el fruto rojo comenzaba a estar maduro y listo para su consumo, los comerciantes vendían en la feria del primer domingo de julio grandes cantidades de ese producto. Hoy en día, a pesar de que la producción de la preciado fruta ha perdido importancia en A Laracha, se mantiene la costumbre de celebrar la ya tradicional Feria de las Cerezas, con una muy notable afluencia de gente que, además de participar en la actividad comercial, también disfruta de los actos festivos y lúdicos que se celebran durante la noche del sábado (verbena con la actuación de las mejores orquestas) y la propia jornada de feria del domingo (con sus respectivas actuaciones de música y baile folklórico y demás eventos que son organizados por la comisión de fiestas en colaboración con el Ayuntamiento de A Laracha). Vía: www.concellolaracha.com Si la semana pasada nos “escapábamos” hasta la mítica Delfos para visitar sus milenarias ruinas, hoy le toca el turno a otros impresionantes vestigios del pasado, aunque en esta ocasión en Galicia. A muy poquita distancia de la localidad de Porto do Son, en la provincia de A Coruña, se encuentra uno de los castros (del latín castrum, “fortificación militar”) más espectaculares de todos los que se se conservan en la comunidad gallega. Aunque no hay duda de que otras construcciones de este tipo están mejor conservadas o gozan de mayor fama, la especial ubicación del castro de Baroña, situado en un pequeño istmo a orillas del océano Atlántico, lo convierten en un enclave realmente privilegiado. Los antiguos pobladores del castro sin duda alguna escogieron el lugar por su facilidad para defenderlo de los ataques enemigos, y porque la proximidad del mar suponía una fuente de alimento cercana pero hoy, a más de dos mil años de su construcción, la belleza del paisaje le confiere un aire especial, que lo destaca de sus “hermanos”, como el más famoso de Santa Tecla, o el de Viladonga. Los arqueólogos excavaron por primera vez el castro en 1933 –dos años después había sido declarado Monumento Histórico Artístico Nacional–, y hasta finales de la década de los años 60 del siglo XX no volvió a excavarse en el yacimiento. Hoy se ha convertido, por méritos propios, en uno de los atractivos turísticos de la comarca de Noia y en septiembre de 2011 la Consellería de Cultura de la Xunta de Galicia catalogó este castro como Bien de Interés Cultural (BIC). Aunque se encuentra en la costa, el lugar es de fácil acceso, hay un camping a unos pocos cientos de metros y, por si fuera poco, cuenta con unas preciosas y tranquilas playas en las que darse un buen chapuzón y tomar el sol después de recorrer sus milenarias piedras. ¿Necesitas más motivos para hacerle una visita si estás en Galicia este verano? Más información:
Para completar la visita al castro, podéis visitar también el Centro de interpretación del castro de Baroña, situado en el edificio de antiguo Ayuntamiento de Porto do Son (Calle Fernando Fariñas s/n). Correo electrónico: [email protected] – Tlf.: 981767758. |
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Marzo 2022
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